La simplicidad
de lo complejo

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Origen

Atalaque surge como salto evolutivo de Pepe Rodriguez de Vera en la búsqueda de nuevos retos fuera de Dominio de Casalta.

 

Su apuesta es por Méntrida. Allí, movido por encontrar nuevos parajes en los que elaborar vinos singulares, descubrió los viñedos de Santi Peña, un viticultor de la zona, y se enamoró de unas parcelas que su familia había cultivado durante generaciones. El destino les unió en el momento oportuno para rescatar del arranque unas viñas que hoy día gestionan de hasta 120 años de edad y que han demostrado dar una calidad excepcional desde su primera añada juntos.

 

Atalaque es un proyecto de vinos de parcela.

 

En la actualidad gestionamos 4 parcelas; El Horcajo, La Peraleda, Las Cárcavas y La Longuera, con garnachas de entre 70 y 120 años, Moscatel de grano menudo y Albillo Real. Con el próximo lanzamiento de un vino de Cayetana Blanca, y la investigación de nuevas parcelas con variedades autóctonas para elaborar nuevos vinos.

Viticultura

Los viñedos de Atalaque están situados en Fuensalida -Méntrida-, en las estribaciones de la Sierra de Gredos. Un lugar con unas condiciones de clima, altitud y suelos idóneas para conseguir vinos elegantes y delicados sustentados por una excepcional estructura.

 

El trabajo en la viña se divide por parcelas para mantener al máximo la identidad de cada una, y se gestiona de manera totalmente respetuosa para que unas cepas de hasta 120 años, plantadas en vaso, sobre pie franco y con suelos arenosos donde la filoxera no ha sido capaz de abrirse paso, consigan de seguir dando lo mejor de sí año tras año.

Elaboración

En bodega se vinifica con la única finalidad de poner en escena esas 3 parcelas por separado. Después de hacer una selección meticulosa en viñedo y otra selección posteriormente en bodega, fermentamos cada parcela en pequeños depósitos de acero inoxidable.

 

Se hace una extracción muy ligera para mantener la sutileza, en ocasiones con presencia de raspón para aportar una carga tánica necesaria para una posterior crianza en barrica. La crianza se lleva a cabo en barricas de roble francés, generalmente de varios usos y de grano extrafino para mantener la integridad total de la fruta y aportar oxigeno de manera muy comedida durante periodos largos.